LUCÍA Y LAS AVES

Lucía Morales, la guardiana de un bosque con más de 100 especies de aves.

Jardín/Antioquia

El nombre Lucía, significa, primera luz del día. Haciendo honor a él, Lucía Morales se levanta muy temprano en las mañanas para alimentar a las aves. A las grallarias, sus  favoritas, les consigue mojojois de tierrita y lombrices. Con ellas también viene a desayunar la pipreola, un pájaro de pico rojo, cabeza negra y plumaje verde que se alimenta en su mano. 


Lucía ignoró por años que esos pájaros que se le parecen a unos huevitos, zancones, patisecos e inteligentes, son considerados como una especie nueva, apenas registrada por los científicos en el mes de junio de este año y que bautizaron Chamí Anpitta en homenaje a la comunidad indígena que habita en el territorio en que se encuentra. 

Avistamiento de aves El Roble

La casa de Lucía está en mitad de camino entre los municipios de Jardín (Antioquia) y Riosucio (Caldas). Ahora es conocida como Avistamiento de aves el Roble por pajareros, biólogos, turistas e investigadores. Desde allí se divisa el Nevado del Ruiz y se alcanza a ver Manizales: “Tenemos mucho bosque para caminar, hemos abierto senderos, hemos hecho trochas para que la gente venga a visitarnos. He aprendido los cantos del tucán, de algunas tángaras, las grallarias tienen otro, el canto del tapaculos también. Es muy práctico, porque uno escucha un canto, ese canto se le va grabando como una memoria y uno descubre que tiene el silbido. A los colibríes diario les pongo el agüita con el azúcar, en una medida que no los vaya a afectar. Pendiente de qué colibrí puede llegar extraño, cuál es nuevo, mirar todas las especies que están. Acá hemos podido reconocer más de 100 especies de pájaros distintos”. 

Lucía y sus hijos Martín y Einer, han tenido visitas sorpresivas, cuando estaban construyendo la casa y aún no tenían energía eléctrica, como a las 2.00 a.m. sintieron ruidos en la cocina y encontraron un animal pequeño de cola larga montado en las vigas del techo, alcanzaron a tomarle una foto con un celular viejo. Luego, le mostraron la foto a un conocedor y se dieron cuenta de que era un holinguito, una especie de mamífero carnívoro apenas descubierta en el año 2013. Otro día, Lucía se encontró debajo de su cama un ave negra parecida a una gallina cubana, la fotografió y se enteró de que se trataba de un tinamús, un ave grande propia de los bosques húmedos premontanos y bosques primarios.

Alambrar, empalizar y tumbar

Antes, cuando velaba por sus hijos pequeños, jornaliaba, recuerda con tristeza que le tocaba alambrar, empalizar y tumbar mucho bosque porque la señora estaba interesada era en sembrar pino y eucalipto:“ Me sentía horrible, yo tumbando y mirando las aves cómo se iban de ese lugar, encontrando pichones pequeños, a veces grallarias y en mi mente el sueño de mi casa aparte con mis pájaros. Entonces papá y mamá me dieron la tierra y han sido muchas las batallas que me ha tocado pasar, he salido adelante y he contado con la ayuda de los pajareros”.

Los tiempos de pandemia han sido difíciles por la ausencia de visitantes, sembró una huerta con papa criolla, papa capira, zanahoria y sigue cuidando el bosque para cuando regresen los pajareros, turistas e investigadores. 

Lucía cree que cuando cuida las aves, está cuidando los bosques, las aguas y hasta a los mamíferos, es una conservación completa. 

CONTÁCTANOS

Lucía Morales
314 683 75 49
Vereda La Antioqueña, entre Jardín (Antioquia) y Riosucio (Caldas)

“CUANDO CUIDO LAS AVES, ESTOY CUIDANDO LOS BOSQUES, LAS AGUAS Y HASTA A LOS MAMÍFEROS, ES UNA CONSERVACIÓN COMPLETA”.

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